Prediabetes: síntomas, causas, factores de riesgo y prevención (2023)

Como su nombre lo indica, la prediabetes es una condición que precede al desarrollo de la diabetes. En esta etapa, los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal, pero no han cruzado el umbral asociado con la diabetes en su forma más completa.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, aproximadamente el 38% de la población estadounidense de 18 años o más tiene prediabetes. Por su parte, en el Reino Unido 13.6 millones de personas tienen un riesgo elevado de desarrollar diabetes tipo 2.

En lo que se refiere al mundo hispanohablante, en México la prevalencia de prediabetes en la población adulta es del 22.1%, y en España se dice que el 14.8% de la población padece esta condición.

Estas estadísticas tan alarmantes exigen esfuerzos preventivos críticos para detectar signos de advertencia tempranos y prevenir la progresión de la enfermedad. La buena noticia es que el desarrollo de la diabetes tipo 2 no es inevitable, y la detección temprana de la prediabetes puede ayudarte a realizar cambios esenciales para no desarrollar diabetes.

Con cambios positivos en el estilo de vida, la adopción de una dieta saludable y el mantenimiento de niveles normales de glucosa en sangre, los síntomas de la prediabetes se mantienen bajo control. Sigue leyendo para aprender todo lo que necesitas saber sobre la prediabetes.

El desarrollo de la prediabetes es similar a los cambios metabólicos asociados con la diabetes tipo 2. Ambas condiciones se pueden atribuir a la resistencia a la insulina, donde los niveles de esta hormona no son suficientes para desempeñar su función prevista.

El páncreas secreta una hormona llamada insulina, que ayuda a las células del cuerpo a utilizar la glucosa y generar energía. Si los niveles de insulina son bajos o las células son resistentes a los efectos de la insulina, entonces los niveles de glucosa en sangre aumentan.

La prediabetes rara vez presenta síntomas porque los rangos de azúcar en sangre en esta condición son más bajos en comparación con la diabetes tipo 2. Sin embargo, aquí hay algunas señales de advertencia que levantan la sospecha de niveles anormales de glucosa en sangre y justifican la búsqueda de atención médica.

Uno de los primeros signos que predicen la progresión hacia la diabetes tipo 2 es la pérdida de peso inesperada. La resistencia a la insulina impide que las células del cuerpo utilicen la glucosa circulante; en su lugar, el cuerpo comienza a quemar músculos y tejido graso, lo que se traduce en la pérdida de peso.

Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECOC, por sus siglas en inglés), perder 10 libras (4.5 kilos) o más en 6 a 12 meses sin cambios en la actividad física o hábitos alimenticios requiere una prueba de glucosa en sangre en ayunas.

La detección temprana de la intolerancia a la glucosa puede ayudar a revertir la prediabetes.

Un nivel anormalmente alto de glucosa en sangre puede llevar a una sensación continua de hambre. Dado que el azúcar en sangre no se puede utilizar adecuadamente para generar energía, el centro del hambre en el cerebro responde activándose.

Ten en cuenta que el aumento del apetito indica niveles crónicamente anormales de azúcar en sangre y requiere pruebas adicionales para prevenir complicaciones de la diabetes, como el desarrollo de enfermedades cardíacas, lesiones en los vasos sanguíneos y un mayor riesgo de hipertensión.

La boca seca es uno de los primeros signos de alarma notados por los pacientes con diabetes. Esta condición puede estar también asociada con el mal aliento, úlceras mucosas y una higiene dental deficiente. Esto puede llevar a dificultades al masticar o tragar.

Para mantener una concentración normal de plasma, una persona con un nivel de azúcar en sangre superior al promedio tiende a estar siempre sedienta.

La ingesta excesiva de líquidos equilibra los niveles anormales de azúcar en sangre. Sin embargo, esta respuesta compensatoria es temporal, y el aumento del volumen plasmático conduce a una micción más frecuente.

Según la Asociación Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), se debe realizar una prueba de sangre dos veces para confirmar el diagnóstico de prediabetes.

Toma en cuenta que diferentes pruebas de azúcar en sangre tienen diferentes puntos de corte, por lo que tu médico de atención primaria podría ordenar una de estas pruebas cuando se sospeche de prediabetes:

Los síntomas de la prediabetes son vagos y poco específicos, especialmente en las primeras etapas de la condición.

La prueba de hemoglobina A1C proporciona una visión general de los niveles de azúcar en sangre en los últimos dos o tres meses. Esta prueba no requiere preparación previa y se puede realizar sin ayunar.

En términos de valores de prueba de prediabetes, tanto en Estados Unidos como en México, un rango entre 5.7% y 6.4% justifica el diagnóstico de prediabetes.

Sin embargo, en otros países, como el Reino Unido, si tu nivel de hemoglobina A1C está entre 42 mmol/mol (6%) y 47 mmol/mol (6.4%), consideran que tienes un riesgo más alto de desarrollar diabetes tipo 2. Por lo tanto, la prueba debe repetirse para confirmar el diagnóstico.

La prueba de tolerancia oral a la glucosa requiere ayunar e implica verificar los niveles de azúcar en sangre dos veces durante la misma cita. Se registra tu nivel de azúcar en sangre en ayunas, y se te pide que bebas una solución azucarada. Dos horas después, se toma otra lectura.

Para el diagnóstico de la prediabetes, los niveles de azúcar en sangre deben estar entre 140 y 199 mg/dl dos horas después de consumir la bebida azucarada.

Una simple prueba de glucosa en plasma en ayunas puede ayudar a diagnosticar a las personas con prediabetes. Para hacerla, se te pedirá que ayunes durante al menos ocho horas o durante la noche. Luego, se tomará una muestra de sangre y se estimarán los niveles de azúcar en sangre.

Un valor de 100 a 125 mg/dl indica prediabetes. La glucosa en ayunas alterada puede ser el único signo de prediabetes, lo que subraya la necesidad de una alta sospecha cuando se trata de detectar condiciones de salud sutiles.

Los factores genéticos y de estilo de vida que aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 también aumentan las probabilidades de desarrollar prediabetes.

Aquí hay algunos de los factores a tener en cuenta:

• Edad: El riesgo de desarrollar prediabetes aumenta en personas mayores de 45 años.
• Peso corporal: Se observan niveles elevados de azúcar en sangre en pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 25. Por esta razón, un programa exitoso de prevención de la diabetes siempre se dirige a grupos demográficos como estos y promueve la pérdida de peso para minimizar el potencial de desarrollar el síndrome metabólico.
• Dieta: Según el Programa Nacional de Prevención de la Diabetes (DPP, por sus siglas en inglés) del CDC, el consumo de carne procesada y edulcorantes artificiales aumenta el riesgo de prediabetes. Además, una dieta equilibrada puede ayudarte a mantener un peso saludable y evitar los impactos negativos de la obesidad.
• Actividad física: Un estilo de vida sedentario es característico de las personas con prediabetes.
• Apnea del sueño obstructiva: Además de tener dificultades para respirar mientras duermen, las personas con apnea del sueño obstructiva tienen un alto riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.
• Diabetes gestacional: Desarrollar diabetes durante el embarazo aumenta el riesgo de prediabetes tanto en la madre como en el hijo. Estos grupos de alto riesgo requieren una monitorización más frecuente de los niveles de azúcar en sangre para detectar desviaciones del rango normal.
• Síndrome de Ovario Poliquístico: Esta condición se presenta en mujeres con anomalías menstruales, resistencia a la insulina y crecimiento anormal del corazón. Una de sus características es la piel oscura visible, especialmente en los pliegues de la piel alrededor de las axilas, el cuello, los codos y las rodillas.
• Fumar: El tabaquismo está asociado con la hipertensión arterial y un perfil lipídico anormal, aumentando el riesgo de prediabetes.

Si no se trata, la prediabetes puede progresar a la diabetes tipo 2, lo que conlleva una serie de complicaciones significativas. Es importante destacar que estas condiciones son evitables al mantener niveles normales de azúcar en sangre y hacer cambios positivos en el estilo de vida.

Los niveles elevados de glucosa en sangre conducen a daños en los nervios, que afecta preferentemente a los nervios periféricos de las manos y los pies. Esto da lugar a lo que se conoce como dolor de guante y calcetín, donde los pacientes sienten hormigueo y entumecimiento.

El daño en los nervios también puede afectar a otros sistemas, lo que conduce a disfunción sexual, enfermedades digestivas y renales, y anormalidades en el tracto urinario.

Los niveles incontrolados de glucosa en sangre durante un período prolongado pueden dañar los vasos sanguíneos de la retina, la capa sensible a la luz del ojo.

Esta condición puede comenzar con visión borrosa y puntos flotantes que pueden progresar a la pérdida completa de la visión.

La mala circulación sanguínea y la pérdida de sensación en los pies aumentan el riesgo de complicaciones en los pies en pacientes diabéticos. Estos pacientes son más propensos a desarrollar úlceras e infecciones prolongadas debido a la lenta cicatrización de las heridas.

Los casos graves pueden progresar a gangrena, que requiere la amputación del pie. Esto demuestra la importancia de las visitas de seguimiento y el monitoreo cercano de los pacientes con diabetes tipo 2 para prevenir complicaciones debilitantes.

Un estilo de vida saludable es fundamental en la prevención de la prediabetes.

Destacaremos algunos pasos sencillos que puedes seguir para evitar desarrollar esta condición:

• Ejercitarte regularmente para perder el peso extra.
• Mantener una presión arterial y perfil de colesterol normales.
• Dejar de fumar.
• Adoptar un rango saludable de actividad física en tu rutina diaria.

La prediabetes puede llevar a graves problemas de salud como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y el desarrollo de diabetes tipo 2. Sin embargo, esto no tiene por qué suceder si se realiza un monitoreo temprano de los niveles de glucosa en sangre cuando la sospecha es alta.

Además, la adopción de cambios positivos en el estilo de vida, como el ejercicio regular y una dieta saludable, puede revertir la prediabetes y promover el bienestar. ¡No dudes en tomar medidas para cuidar tu salud!